Mi estancia en Brest me permiti? una bonita experiencia con el alumnado. Dar clases all? a un alumnado deseoso de aprender, deseoso de escuchar, interesado y respetuoso, fue una grata experiencia, un regalo. Aunque tuve la suerte de no tener que evaluarlos o ponerles nota.
En la labor que realizo hay muchos aspectos con los que disfruto, y uno que no me agrada. Este es evaluar o poner notas. ?Record?is esa expresi?n de ?He aprobado. Me han suspendido?? Ah? seguimos, y despu?s de una revisi?n de ex?menes las preguntas me vuelven a surgir en cascada.
En primer lugar podr?a enfocarme en los objetivos del alumnado. ?Nuestros estudiantes buscan aprender el m?ximo posible, una formaci?n de calidad? ?Se comprometen a trabajar duro para obtener una buena cualificaci?n? O por el contrario, ?s?lo buscan aprobar? Aprobar/aprender, vaya disyuntiva. Las becas dependen de las notas, las notas dependen de los ex?menes, los ex?menes los ponen los profesores, los profesores ponen ex?menes dif?ciles. Si mucha gente suspende, est? claro, culpa de los profesores.
Como profesora, asumo mi parte, mi responsabilidad. Analicemos la situaci?n, busquemos otras alternativas de evaluaci?n, otras metodolog?as, adapt?monos a las nuevas generaciones. Pero, hay l?mites, hay m?nimos que no se pueden bajar.
La ?reflexi?n anterior estaba m?s centrada en la experiencia universitaria, pero se podr?a ampliar, extrapolar. Cuando analizamos las cosas que nos pasan en la vida, ?asumimos nuestra parte de responsabilidad o echamos la culpa a nuestro alrededor? Siempre es m?s f?cil buscar un culpable: las circunstancias, los padres, los profesores, el gobierno, los vecinos, la econom?a, la crisis ? Pero hay m?s alternativas. Uno puede ver qu? hizo, c?mo lleg? a esa situaci?n, y sobre todo, c?mo salir de ella. Solo desde la responsabilidad podemos sentir el poder de encontrar soluciones, encontrar alternativas, y siempre hay muchas.
Pocos estudiantes llegaron con la actitud de analizar la situaci?n y ver qu? alternativas hay para tener ?xito la pr?xima vez.? Y muchos nos culparon de todo. ?Por qu? no lleva cada uno su mochila?
Ya recog? la alegor?a de la mochila cuando preparaba la maleta a Brest (publicaci?n 20 Kg), y vuelvo a ella. Yo intento llevar la m?a, y cargar con lo m?o, lo que implica tambi?n no cargar con lo que no me corresponde. ?Qu? carga llev?is vosotros y vosotras? ?Qu? tipo de an?lisis hac?is: culpar o asumir responsabilidades? Quisiera escuchar opiniones.
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Qu? dilema! Creo que cuando estaba en la universidad aprend? a saber d?nde buscar las cosas. Cuando verdaderamente aprend? fue en el colegio, donde los profesores/as eran cercanos, te conoc?an y sab?an ponerse en tu lugar, donde a trav?s del juego/exploraci?n se llegaba a esas ense?anzas. Hoy, ahora que estoy en el otro lado, intento no convertirme en eso que como alumna no me gust?. En ese elitismo que a veces sent? en la universidad. Prefiero una educaci?n en la que las relaciones sociales no brillen por su ausencia, en la que profesorado y alumnado puedan intercambiar opiniones. O es que de un alumno/a no se puede aprender tambi?n?
Pues claro que se puede aprender del alumnado. Adem?s, el alumno superar? al maestro. Y yo lo veo. Gracias por escribir.