Un tema frecuente en las conversaciones de estos días es el destino vacacional. Hay quien aún no sabe si va a viajar y quien, como yo, lo tiene decidido desde el invierno. Un viaje implica cierta planificación, salvo que seas de los que le gusta contratar un paquete turístico donde todo está decidido.
Cada año planifico junto a mis amigas el viaje de verano, y seguimos este orden que quiero compartir con vosotros.
Lo primero que hacemos es elegir el destino. Muchas veces esta elección es arbitraria, y se basa simplemente en la sugerencia de alguien; este año, ya en febrero teníamos decidido los países que visitaríamos. Parte importante en la primera parte es el presupuesto, debemos ponernos de acuerdo en este tema. Algo que nos ayuda, sobre todo cuando vamos a usar una divisa diferente, es utilizar una magnífica plantilla de hoja de cálculo que nos facilite la labor de repartir los gastos a posteriori.
El siguiente paso es comprar los vuelos (sí, mis viajes son de larga distancia), lo que está muy unido a las fechas en las que viajaremos.
A continuación, decidimos las visitas y actividades; esto requiere mayor preparación y estudio, revisar sugerencias de otros viajeros, experiencias de conocidos, y consultar guías. Suele ser la parte más complicada, porque a priori todo parece atractivo; así que tenemos siempre muy en cuanta cuáles son los intereses de las que vamos a viajar. Normalmente mezclamos visitas culturales con excursiones en la naturaleza; museos, ruinas y templos, se intercalan con días de senderismo, viajes en bote o paseos en camello, dependiendo del destino. Cuando ya tenemos diseñada la ruta, lo menos complicado es buscar los alojamientos, nos bastan lugares limpios y sencillos, aunque también nos permitimos algún lujo.
A partir de aha, cada viajera lee y se documenta en el área que más le gusta. Entre otros aspectos solemos interesarnos por la Historia del país, su régimen político y situación actual, la artesanía, los personajes importantes que haya tenido (escritores, pintores, músicos, etc.), la música y los trajes tradicionales, y la comida.
Para este viaje he adquirido una famosa guía de viajes. Reconozco que es muy útil, pero tiene una letra tan pequeña que me resulta muy incómoda. Al final, internet y la cantidad de fuentes diferentes que ofrece (desde opiniones de viajeros a páginas de turismo oficiales de los lugares que se quieren visitar) resulta más manejable que la guía en papel.
Mis queridos lectores, estas son las fases en mi planificación de viajes, ¿coinciden con las vuestras?, ¿disfrutáis en esta actividad tanto como en el viaje en sí? O por el contrario ¿sois de los que preferís que os den la ruta decidida?
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