El cuentakilómetros de mi coche acaba de alcanzar la cifra de 170 000. Al verlo pensé en los recorridos que he hecho con él y en mis experiencias de viaje. Normalmente yo soy la conductora, y las personas que han hecho de copiloto son muy variadas y diferentes entre sí.
Debo confesaros cómo es mi experiencia con acompañantes. Por ejemplo, cuando voy a cargo de la conducción, no me agrada sentir que mi copiloto, lejos de relajarse, intente controlar mi actuación. Eso no quiere decir que no valore sus consejos, a veces éstos han evitado situaciones dramáticas y los agradezco; pero me incomodan los acompañantes que no disfrutan de ese papel y supervisan constantemente todas mis decisiones en la carretera.
No me molesta que se duerman, pero resulta frustrante un viaje con alguien que a penas habla. Para mí eso es peor que viajar sola, porque al menos puedo cantar a mi antojo, y nadie se va a quejar de si desafino o si no le gusta la canción; incluso puedo aprovechar para practicar inglés. Si el que me acompaña, no siendo un desconocido, no tiene tema de conversación, me exaspera. Aunque, es cierto que no suelo viajar con gente no conocida, salvo mi experiencia recogiendo a un autoestopista.
Prefiero a los copilotos que colaboran de manera útil para encontrar el destino, consultan el mapa, ayudan a elegir el itinerario o incluso la musica de fondo. Aquellos que están atentos a mis cambios de gafas, a ofrecerme agua y, sobre todo, mantienen una conversación animada.
Me gusta conducir y disfruto de esta actividad, y aunque tengo algunos miedos, como conducir en Madrid, no me importa transitar por carreteras estrechas y de montaña. Disfruto de los paisajes y suelo parar en los pueblos pequeños para, sobre todo, mirar la vida diaria de sus habitantes. Así que me propongo, de aquí en adelante, elegir como acompañantes a personas que sepan hacer su papel de copiloto, y descartar a aquellos que no hablan; es muy incómodo pasar horas en un habitáculo con alguien y sin comunicación alguna.
Y vosotros, queridos amigos y lectores, ¿os gusta conducir?, ¿cuáles son las cualidades de vuestro copiloto preferido?, ¿habéis tenido alguna experiencia con un acompañante excepcional? Espero vuestros comentarios.

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Querida Gloria! Confieso que soy una mala copiloto, soy de esas personas que no desconectan de la conducci?n. Pero por el contrario, creo que s? estoy atenta a las necesidades del conductor y nunca me duermo. Y, a mi favor tengo, que soy de las que hablan sin golpear tu brazo! jajajaja
Al leer tu post, mi mirada se detiene m?s all? de las palabras. Me atrevo a filosofar, pues creo que el comportamiento de una persona siendo copiloto, tambi?n nos habla de lo que podemos esperar de ella en la relaci?n (cualquiera que sea) que mantenemos.
Nos debemos un viaje al volante!!
Gracias por tu participaci?n; creo que tu interpretaci?n m?s all? de la an?cdota es muy interesante. Yo, mientras no me golpees el brazo mientras hablas, puedo viajar contigo hasta el infinito… ?Planearemos un viajecito y disfrutaremos en el coche! Yo, como copiloto disfruto tanto como conduciendo.