Despu?s de una ma?ana de trabajo necesito el sol c?lido de los mediod?as de oto?o. As? es que en esos paseos para disfrutar el sol y estirar las piernas empiezo por la calle peatonal. Tambi?n aqu? hay algunas estatuas o figuras alusivas a la suerte: meter la pierna en una bota o dejar dinero en un una saca. En el medio ?El ?ngel?, tengo que preguntar c?mo se llama realmente esta representaci?n, pues ese nombre se lo he puesto yo.
Pero pronto me desv?o para encontrar que a pocos metros de las tiendas m?s caras el paisaje es otro.
Por cualquier rinc?n se ven las conmemoraciones, recuerdos y tributos a los h?roes de la Gran Guerra Patria.
?Algunas casas convertidas en museos.
La ciudad tiene tambi?n otros habitantes y no faltan enamorados.
Pasar delante de la estatua de Lenin, de las iglesias o llegar hasta las v?as del tren es necesario para mantenerse en forma, como buen caminante.
Pero lo que m?s me gusta es la tranquilidad y la confianza que se reflejan en los beb?s esperando pacientes en la puerta de la tienda a que salga su mam?
Y alguna tarde puedo ver al Farolero. El reloj marca la hora en la que saldr? a encender las farolas de gas, son pocas pero la ceremonia es bonita.
Y el d?a finaliza hablando en espa?ol con algunas chicas que quieren practicar.
Cada d?a tiene su paseo al sol, cada d?a tiene su encanto.
This page is also available in:
English
Deja tu comentario