Hace ya tiempo que hab?a pensado en esta f?rmula: invitar a mis amigos a publicar aprovechando mi espacio virtual. Hoy la idea ha tomado forma gracias a Paul que acept? r?pidamente mi propuesta.

Conozco a Paul desde hace al menos cuatro a?os, y cada semana nos vemos para hablar un rato en espa?ol y un rato en ingl?s. En todo este tiempo su nivel de espa?ol ha mejorado mucho, aunque mi pronunciaci?n en ingl?s no evoluciona tanto. Lo mejor de todo es que hemos ido tejiendo una bonita amistad y nuestra charla siempre es interesante y fluida.

El ?ltimo d?a habl?bamos del f?tbol debido a la publicaci?n de la semana pasada; ?as? que pod?is adivinar que la pregunta, en la que se inspira para escribir esta colaboraci?n, se la hice yo. Voy traducir su texto porque ?l no se ha atrevido a escribirlo en espa?ol, pero pronto lo har?.

?El otro d?a, una amiga me pregunt? si yo me sent?a orgulloso cuando mi pa?s lograba algo memorable. Mi respuesta fue un r?pido y contundente ?S??. Me gusta considerarme un hombre de mundo ya que he vivido en Asia, en Australia y en U.S.A. durante periodos de tiempo significativos; sin embargo, mi pronta y apasionada respuesta revel? un patriotismo que, tengo que reconocer, siempre estar? dentro de m?.

Al emitir la respuesta con tanta seguridad, yo ya estaba pensando en los logros de la selecci?n irlandesa de rugby durante este a?o, y en todas las victorias conseguidas por la selecci?n irlandesa de f?tbol a pesar de no partir como favoritos nunca. Por eso, me sigue molestando cuando la gente habla de la suerte de los irlandeses.

No creo en absoluto en esas cosas despu?s de haber sido testigo de que por un? controvertido gol, que hab?a sido un claro fuera de juego, Irlanda qued? eliminada de la Copa de Europa de 1988. El equipo de la Rep?blica de Irlanda, la eterna cenicienta del f?tbol europeo, estaba a cinco minutos de su clasificaci?n para las semifinales de la Copa de Europa hasta ese momento de injusticia. Yo s?lo ten?a diez a?os por entonces y sin embargo a?n siento la inmoralidad del fuera de juego que no se pit? ese d?a. ?Y todo eso sin hablar de Thierry Henry!

Tambi?n estoy orgulloso de que fuimos el primer pa?s en el mundo en prohibir que se fumara en los espacios de trabajo. Y recuerdo con cu?nta facilidad cambiamos hacia el euro y lo brillante que fue la idea de distribuir por todos los hogares del pa?s 1,4 millones de calculadoras para facilitar el tr?nsito a la nueva moneda. Todav?a se acelera mi coraz?n cuando recuerdo la primera aparici?n de ?The Riverdance? en Eurovisi?n y me golpeo el pecho con orgullo. No puedo evitarlo.

A pesar de lo dicho, vivir en otros pa?ses ha abierto mis ojos para ver las limitaciones y defectos de mi propio pa?s, y as?, ahora vivo felizmente en Sevilla. Antes de que me pregunten sobre los inconvenientes de vivir en Irlanda, les dir?a que me siento tan orgulloso de ser irland?s que no es el momento de entrar en esos detalles.

Y vosotros, lectores de este blog ?Os sent?s orgullosos de vuestra naci?n? ?De d?nde cre?is que viene ese sentimiento??

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