Sabía que la escalivada era un plato típico de la tierra que visito, pero aún no lo había encontrado en ningún menú. Sin embargo, nuestro periplo explorando cenobios nos llevó a hacer una parada en un pueblo pequeño donde, con las indicaciones de los paisanos, encontramos un bar que ofrecía una carta de comidas en la que aparecía.

Enseguida supe que podía pedir la escalivada, venía sobre un pan tostado y yo prescindí de las anchoas. Mi acompañante pidió una ensalada con queso de cabra y fruta que en su opinión estaba exquisita, más elaborada que otras que ofrecen simplemente con la lechuga y el queso. Para compartir degustamos un aperitivo de berenjena muy sabroso (tengo que decirle a mi madre que lo haga). Seguro que pimientos rojos, berenjenas y calabacines eran algunos de los productos que los monjes de estos monasterios cistercienses cultivaban en sus huertas.

El Monasterios de Santes Creus, el de Poblet y el de Vallbona de les Monges eran nuestro objetivo. A pesar del calor la experiencia fue buena, a parte de lo espectacular de cada edificio y cada uno con un encanto particular, ofrecen explicación o un elaborado audiovisual. Los tres cenobios forman la ruta del Císter en Tarragona que se puede completar a pie siguiendo GR-175.

Posteriormente cambiamos de lugar de hospedaje; nos hemos desplazado algunos kilómetros más al norte, buscando el fresco y los paisajes verdes. Vall de Boí tiene todo lo que me gusta, rutas por el parque nacional de Aigüestortes y el conjunto patrimonial de iglesias románicas. Para las rutas volvemos a optar por el picnic, nada sabe mejor que un bocata de pan, tomate y queso a la orilla de un arroyo. En las cenas preferimos bares y restaurantes y nunca la alternativa vegetariana es un problema.

 

No es tan difícil mantener la opción personal, entre visitas culturales, descubrir pueblos y caminar senderos, siempre se puede reponer energía comiendo lo que a una le gusta.

Y vosotros queridos lectores, ¿cómo es vuestra alimentación en vacaciones?

 

(Gracias a mi amiga Martina por las fotos y a Les Cabanasses por hacer de nuestra estancia una experiencia de relax)

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