Querida amiga:

Quería contarte en esta carta algunas curiosidades del viaje por carretera porque fue una pena no poder encontrarnos durante mi ruta por los Pirineos de Huesca. Hubiera sido maravilloso compartir alguna actividad de senderismo y alguna charla para ponernos al día y haber asistido juntas al concierto de Pirineo Sur.

Me hacía mucha ilusión volver a conducir largas distancias, como la vez que nos encontramos en Sitges. Sin embargo, a última hora pudimos salir antes y dividimos el itinerario en dos etapas. De ese modo, aprovechamos para parar en Cuenca y dar un paseo por esta ciudad en la que había estado hace tantos años que no recordaba nada.

A mí me gusta elegir carreteras nacionales para descubrir las zonas rurales, atravesar pueblos y observar la fisonomía de sus casas, leer el nombre de los ríos que cruzamos y conocer las sierras que trasponemos. Esto me hace recordar un mapa que había en un tapete de hule en mi casa; entonces me gustaba leer una y otra vez el nombre de provincias, capitales y pueblos.

Así ha sido como nos topamos con algunas curiosidades del viaje por carretera. De Cuenca a Teruel, para incorporarnos a la autovía y seguir dirección al norte, transitamos por una parte de la provincia de Valencia. Nos sorprendió cruzar el Turia, que en mi imaginación siempre va ligado al Levante español. ¿Sabes? Durante un tiempo yo viví en la calle Turia en Sevilla, luego la cambiaron de barrio, pero eso es otra historia.

¿Cuál es la curiosidad? te estarás preguntando. Pues que atravesamos un territorio que se llama el Rincón de Ademuz, al que llegué algo angustiada porque el depósito de gasolina entraba en la reserva. No había sido prudente, no lo había llenado antes de partir de Cuenca. El señor de la gasolinera fue muy amable y estuvo dispuesto a entablar conversación con nosotras, y a responder a mi batería de preguntas. No supo decirnos el porqué de este Rincón, que es como una islita de la provincia de Valencia, pero en Aragón. Me comentó que en realidad Valencia les queda muy lejos y que para muchas cosas tienen más cerca Teruel. Esto de las fronteras diluías pasa en muchos sitios, afortunadamente.

Nos sugirió ir a la oficina de información y promoción del turismo, pero como íbamos en ruta con la idea de llegar al destino, no nos paramos a averiguar más. Quizás el verdadero viajero es aquel al que no le importa pararse a descubrir; no nos engañemos, sólo somos turistas en el más moderno de los sentidos, consumidores ávidos de anotar lugares en nuestra lista.

No te puedo contar más del lugar, sólo que luego nos paramos a comer una fruta en un pueblo con un nombre curioso: Libros. Es un nombre sugestivo, ¿no te parece?

Continuamos nuestro itinerario y cuando apretaron las ganas de almorzar, nos desviamos a un pueblo llamado Almudevar (mi amiga recuerda todos los nombres). Entramos buscando un restaurante, resultó que estaba cerrado, pero lo mejor fue parar en la plaza y preguntar a los que tranquilamente bebían una cerveza en un corro animado. ¡Me encantan estos episodios! Escuchar su acento en las indicaciones e imaginar qué pensaron del nuestro. Plan fallido, acabamos en la gasolinera tomando algo con rapidez para continuar el viaje por carretera.

No estoy muy segura de que la ruta elegida fuera la mejor, no coincidía con la previamente consultada en Sevilla a la partida. Sin embargo, así fue como cruzamos la península de sur a norte, llegando a nuestro destino en unos parajes pirenaicos espectaculares. Para otro año, querida amiga, estoy dispuesta a repetir y podemos ver qué concierto del Pirineo Sur nos apetece disfrutar juntas. Este año, como te comenté, Valeria Castro nos mantuvo una hora con la emoción a flor de piel, y Luz Casal como siempre, fabulosa. El entorno de los conciertos, ya lo conoces, en plena naturaleza, Lanuza con la Peña Foratata de fondo son un marco mágico para la música en directo.

Con esto ya te he contado las curiosidades del viaje por carretera a la ida, porque en el regreso también dimos una vuelta por capitales de provincia. Pero eso te lo cuento en otra carta, porque ya sabes

“More than kisses, letters mingle souls”

Te dejo por aquí algunas fotitos que sin duda no hacen justicia a la inmensidad del paisaje. Gracias a mi amiga Manuela por esta aventura, y por sus fotos y vídeos.

Manuela, como buena fan de Luz Casal captó muchos momentos, yo he elegido este por el significado de la letra. Cuando presentó esta canción en Sevilla dijo algo así: cumplir años significa…. ¡y ser más rebelde!

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