Hacer un viaje largo y sin copiloto implica planificar alguna parada para comer en algún área de servicio. El desayuno fue después de repostar, la chica que me llenó el depósito me indicó el bar idóneo al igual que me contó que pasando Manzanares y en dirección Valencia, en la Autovía del Guadiana, hay pocas áreas de servicio. Según ella, por ese motivo, con frecuencia los conductores se quedan sin combustible en este tramo de carretera. Afortunadamente yo hice un desvío antes de encontrarme en tal aprieto y tomé un café con tostada por 2,20 €; bien, nada más que añadir.
El siguiente descanso debía coincidir con la hora del almuerzo, así que busqué un área de servicio. El cartel anunciador indicaba restaurante, gasolinera y zona de picnic. Eché un vistazo a la oferta del restaurante, y se confirmó mi sospecha: mucho filete y hamburguesa, ningún plato vegetariano; con la excepción de un vasito de fruta a 5€. ¿Me estaré volviendo tacaña? No entiendo estos precios de fruta en un país que dispone de ella en abundancia, variedad y de calidad. (¿Qué pensáis vosotros?)
Estaba claro, mi mejor opción era mi bocadillo y mi fruta en la zona de picnic que, aunque no era preciosa, tenía unos banquitos y una sombra. Almuerzo, siesta, poner al corriente a la familia y seguir adelante hacia el destino.
Sería estupendo que en las áreas de servicio ofrecieran más opciones vegetarianas. Y vosotros, queridos lectores,
¿paráis en áreas de servicio? ¿tenéis alguna favorita, alguna en la que paréis por costumbre o alguna aventura en ellas?
Me encantará leeros en los comentarios.
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