“Dosa Nova” es un juego de palabras, así nos lo explicó el dueño del restaurante. Con la conversación también pude aprender que “dosa” es un plato típico de la cocina india. Una receta que él y su esposa habían aprendido cuando vivían en esa parte del mundo y que ahora ofrecían a los que, como yo, buscaban una opción vegetariana en una localidad de playa.
Según su explicación, la dosa la elaboran ellos mismos con arroz y lentejas, en una mezcla que hay que dejar fermentar. En la presentación recuerda a una crepe, y ofrecen distintos tipos de rellenos. En mi escaso conocimiento de temas culinarios, entiendo que preparan rellenos de tipo más mediterráneo para adaptarse al gusto de los clientes locales; pero también se pueden encontrar en el menú variedades más picantes al estilo indio.
Puede que por esta reinvención de la dosa sea por lo que le han añadido el adjetivo de nova, y así hacen un paralelismo con el estilo musical del que también disfrutan los propietarios del local.
Nosotras elegimos una dosa rooftop que contenía verdura fresca y que venía acompañada de ensalada y diferentes salsas. No nos defraudó, y disfrutamos así de una cena temprana en un ambiente agradable.
Fue fácil encontrar un restaurante vegetariano en una localidad costera turísticamente conocida; durante la conversación mantenida con mi acompañante nos planteamos si esta opción alimenticia se convierte en una moda que se usa como argumento para incrementar unos precios de por sí ya elevados con la excusa del turismo.
Queridos lectores, ¿están de moda los restaurantes vegetarianos en vuestras localidades? ¿creéis que incrementan los precios por ser tendencia?
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Sí que está pasando eso. Lo natural cada vez más caro y lo artificial al alcance de todos. Qué ganas de que caiga ya el meteorito… 😁